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Ritmos, melodías y frecuencias son los elementos que ordenados en armonías componen lo que nuestros cerebros reconocen como música. Pero no toda la música es igual, existen distintos estilos y formas de interpretarla.
Cuando estamos contentos, o queremos celebrar, acompañamos estos momentos con música de ritmos rápidos, melodías alegres y que generan grandes explosiones de emociones en las personas.
Por el contrario, cuando estamos en estados melancólicos o románticos, los ritmos bajan de velocidad, las melodías se suavizan y nos encontramos con los sentimientos en la mano, ya sea para impulsar situaciones como por ejemplo, de amor o tristeza.
Pero, ¿cómo es posible que la música tenga tanto poder en nuestras vidas que puede llegar a significar un gran impulso en nuestros procesos?
La música al igual que todo lo que nos rodea, está compuesta por un código de vibraciones y frecuencias que no sólo son reconocibles por el cerebro humano, sino que también, tiene el poder de entrar en nosotros y afectar la composición molecular de los cuerpos de las personas.
La música, no necesita pedir permiso para entrar en nosotros, así lo demostró el Dr. Masaru Emoto, quién estableciera la relación entre las frecuencias emanadas por las personas (a través de la voz o el sentimiento) y el agua.
En su libro, “Mensajes del Agua” nos muestra, como el agua cristalizada (a -5 c) toma distintas formas, dependiendo de las frecuencias a las que se encuentra expuesta. Así es como los cristales de agua crean hermosas figuras al ser expuestas a palabras suaves o música armónica, mientras que frente a palabras fuertes como “demonio” o música violenta, los cristales tienden a la deformación en patrones desintegrados.
Por esto, en las técnicas de meditación, la música tiene un papel muy importante, ya que como hemos visto, nos ayuda a entrar en estados físicos de armonía, trabajando en el 80% de nuestro cuerpo que también está compuesto de agua.
Por las experiencias que estamos viviendo en Chile y también en otros países, es importante apoyarnos con esta gran fuerza inspiradora que es la música.
Para todos quienes quieran seguir trabajando desde sus conexiones, para quienes quieren aumentar su práctica, les compartimos la música de Aeoliah, que es la que usamos siempre en nuestros seminarios y charlas, esto porque tiene un gran poder colaborativo para la conexión, y además, lleva todo nuestro sentimiento de paz y armonía, que es, probablemente, desde donde mejor podemos trabajar en los cambios, tanto personales como colectivos.
Que la música siempre te acompañe en alta frecuencia!
Y tú, ¿qué música usas para conectar?
Música para conectar: https://www.youtube.com/
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