Entrar a una sala de recién nacidos y ver a un pequeño ser envuelto en ropa color rosa, es sin lugar a dudas una experiencia que de sólo pensarlo, nos evoca ternura y sutileza.

Es que las convenciones humanas nos hablan de que estos colores están reservados para las niñas, para los sentimientos cariñosos y por tanto para el amor más mágico.

Pero la significación no termina en los límites de la memoria común, ya que desde nuestra información el color rosado representa al AMOR, como un poder, que trasciende todo concepto humano, más allá del romanticismo y más cerca de su origen en la luz desde donde nace.

Una de las aproximaciones que puedo hacer para entender un poco más esta potencia, es a través de la frase, del físico nuclear y filósofo francés, Jean Emile Charón, donde expresa que el amor es una especie de pegamento, el poder cohesionador más fuerte del universo, capaz de dar orden al todo.

Por lo tanto, podríamos deducir que esta frecuencia vibratoria, tiene la gran capacidad de unificar, enlazar y también sincronizar el todo hacia un orden más perfecto.

El color rosa como radiación entonces (siempre desde nuestra información), corresponde al AMOR supremo, al amor que es un poder por sí mismo. Si quieres incorporar aún más esta comprensión, lleva tu atención al sentimiento que te genera algo muy importante en tu vida, como un hijo o un padre, etc., elévalo e intensifica esa memoria y siente lo que sucede en ti.

De seguro en esa sensación no hay juicios, criticas, condena, y la idea de separación también comienza a desaparecer.

Su fuerza creadora y sincronizadora de universos, nos habla de la capacidad de restablecer la memoria original, donde todo es parte del todo y donde nuestras conciencias se unen con la de nuestros semejantes, con la naturaleza y la fuente.

Como lo dije en el post anterior (azul), el color externo no determina tu frecuencia vibratoria o estados de ánimo, ya que ésta, es generada por los sentimientos que se activan en ti, pero usar este color de manera consciente en tu ropa por ejemplo, o al observarlo en el entorno, puede ser un muy buen recordatorio para que te mantengas en ese sentimiento de AMOR, que es como un rayo de luz, con la potencia infinita de creación.