Cuántas veces hemos sentido que en el aire hay una energía especial, o creemos que algo puede pasar y no sabemos cómo, pero lo percibimos.

Y es que todos estamos conectados de alguna manera por lo que podemos establecer como una malla energética. Así como los teléfonos móviles están unidos de forma invisible por una red de conexión en frecuencia 3 o 4 G, las personas también estamos unidos por un sistema similar al WIFI, de esta manera podemos transmitir o recibir información que nosotros logramos identificar como sensaciones o presentimientos.

Y aunque parezca que este concepto de interconexión es nuevo y nace con la tecnología, la verdad es que está presente en la humanidad desde sus comienzos. Para el hinduismo (una de las corrientes espirituales más antiguas del planeta), “malla”, se traduce como “Ilusión”, una construcción de figuras y pensamientos que conforman una irrealidad.

Cada uno de nosotros está conectado a la malla de su ciudad, luego a la del país, esa, a la del continente y así todo está interconectado en este planeta. De esta manera, esta red está siendo invadida de una carga permanente de sentimientos y pensamientos, vibraciones de alta, media y baja frecuencia de las personas, las que según el paradigma hindú, serían nuestras ilusiones de una realidad aparente.

Pero entonces, ¿podemos ocupar esto para ayudar a modificar situaciones o emociones a nivel colectivo?

Efectivamente, cuando estamos vibrando en frecuencias altas, encendidos y conectados a la energía de la fuente, esta se puede expandir a cada ser a nuestro alrededor. Si emitimos conscientemente amor y armonía, esto será lo que transmitiremos a todos y los procesos que se den, podrán ser cargados con estas cualidades o bien hacerlas sentir a gran parte de la población. Por el contrario, si muchas personas están vibrando en desesperanza o miedo, esto es lo que se cargará y tendrá similares resultados.

Si bien es cierto, basta un sólo ser para afectar la frecuencia de la malla, mientras más personas estamos encendidas, intencionado un mismo propósito, se puede lograr un impacto superior en la creación colectiva.

En noche buena, por ejemplo, las personas tienden a reunirse con sus seres queridos y vibran en sentimientos de amistad, bondad y buenas intenciones. Pero, también son muchos quienes por distintas razones se recogen en emociones profundas, desde donde emiten una gran energía.

Todo este panorama interno y externo, se hace propicio para poder conectarse a una energía más amorosa, que nos ayuda a entrar en nuevas comprensiones de nuestro entorno y de nuestras vidas. Desde este lugar, la conexión con el corazón y la emanación de pensamientos, sentimientos y emociones positivas, impactan benéficamente en la malla, haciendo que eleve su vibración y eso nos ayuda enormemente a la construcción de una nueva realidad.
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Queda poco para navidad, más allá de la significación comercial o terrenal que tengamos de esta, te aseguro, que puede ser un gran momento para hacer un regalo desde el corazón a todos, y sólo requiere estos simples pasos:

1- Encuentra un momento de calma, suelta los estímulos que vengan del exterior, aquieta tu corazón y disponlo a conectar con sentimientos de alta frecuencia.
2- Lleva tu atención a los latidos de tu corazón y respira tranquilamente en 5 tiempos de inspiración y espiración.
3- Trae a tu memoria el recuerdo del ser que más amas en este mundo, concentra ese sentimiento y amplifícalo en tu corazón, hazlo crecer tanto como puedas, y comienza a expandirlo hacia todo ser a tu alrededor sin distinción, hacia todas las condiciones que te rodean, sin limitación, con el más profundo sentimiento de felicidad, armonía, Gratitud y Victoria.
4- Has esto por unos minutos y luego vuelve de este ejercicio manteniendo el sentimiento logrado por todo el tiempo que te sea posible

Si sigues estos simples pasos estarás realizando un gran servicio de amor, ayudando a todos a entrar en una energía distinta, potenciando lo bueno de cada uno y recibiendo de vuelta todo lo que entregaste.

No te pierdas esta oportunidad, “cuando somos muchos con un mismo propósito, grandes cosas suceden”.